“El que yo debutase como poeta con una poesía airada, política, dirigida contra el sistema”, escribe en En la belleza ajena (Pre-Textos, 23), “a veces me irrita; hace ya tiempo que he dejado de conceder valor a ese tipo de poemas. Comprendí que la poesía está en otra parte, más allá de las inmediatas luchas partidistas, e incluso más allá de la rebelión –aun la más justificada– contra la tiranía”. En ese cambio de mentalidad influiría, sin duda, el cambio de paisaje: de Polonia Zagajewski pasa a comienzos de los años 8 a un París muy distinto. En una entrevista con Agnieszka Tennant publicada en septiembre de 22 en la revista Books and culture hace referencia al cambio que se produjo en su poesía al abandonar Polonia: «Me hizo cambiar el sentimiento de que hay algo universal en la poesía, y que dedicarse sólo a asuntos muy locales supone una especie de castración para un escritor». De algún modo, llegó a considerarse «un disidente de los disidentes».