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Perfume de niebla después de la lluvia se apartan las horas –el follaje– y aparecen las islas Veleros transparentes los pechos en el aire viniendo hacia mí la flor de lenta seda del instante ¿Será esta la forma que sin cesar buscaba entre sueños altísimos mi corazón? Cierro los ojos y veo una puerta en llamas Abro la puerta y contemplo el mar. "Las islas de oro" de Alberto Blanco.