El imperialismo, como el capitalismo, se caracteriza por un proceso constante de cambio a lo largo del tiempo. Y hoy ya es obvio que el mundo ha entrado en una nueva fase imperialista. Lo que suele recibir el nombre de globalización neoliberal en el siglo XXI es, en realidad, un producto histórico del ascenso del capital monopolista-financiero global, que ha dado lugar al nuevo imperialismo del capital monopolista generalizado.