En este libro, Heinberg alerta de la inevitabilidad de la crisis –debida al agotamiento de recursos naturales, la degradación medioambiental y la insostenibilidad económica del sistema– al tratarse no de una circunstancia puntual, sino de un problema sistémico y global. Cuando el lector finalice su lectura, habrá llegado a dos conclusiones: primero, que no estamos asistiendo a una simple recesión, sino al fin de lo que denominamos “crecimiento económico”. Segundo, que ese no es un problema que deberán afrontar nuestros nietos: es ya nuestro problema.