Desde los inexistentes ombligos de Adán y Eva –visibles en muchos grabados medievales y renacentistas-, pasado por la longevidad de Matusalén, la creencia de que no hubo arco iris antes del diluvio, las cigüeñas sólo anidan en repúblicas, el cristal es hielo, los judíos hieden, los negros lo son por maldición divina sobre un antepasado o que las liebres nace y viven. Hermafroditas, junto con infinidad de otras doctrinas igualmente fabulosas, extrañas y divertidas, casi n o hay dislate popular difundido desde la antigüedad hasta mediados del XVII que el médico y escritor sir Thomas Browne (165-1682), <> -en opinión de Borges-, no recoga y rebata en este su magnum opus. En Pseudodoxia Epidemica, publicada por primera vez en 1646, Browne, inventor del término <>, nos presenta, inspirándose en una sugerencia de canciller Bacon, una enciclopedia de creencias vulgares erradas, corrientes en su época, que diseca y descarta con estilo erudito y agudo.