«Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde.» Jorge Luis Borges. «[Saki] consiguió con una economía admirable de medios unos espléndidos relatos que aromatizaba con unas gotas de humor negro. Para comprobarlo no hay más que echar una ojeada, por ejemplo, al que abre este volumen […], La reticencia de lady Anne, estupendamente rematado con una frase final.» Javier Goñi, Diario 16.