Tras la muerte de su padre en accidente de tráfico, Toni Pfluger quiere vender la casa de campo de su familia. Una mujer extraña acude a ver la finca y se muestra interesada en adquirirla. Nadie se da cuenta de que se trata de Elisabeth, que antaño había estado casada con el padre de Toni, y que abandonó marido, hijo y amante porque no quiso resignarse a ser objeto de proyecciones ajenas ni buscar pretextos para su amor y muchos otros sentimientos. <>