Llegamos al mundo como un papel pautado sobre el que poder plasmar una melodía: la nuestra. En ella intervendrán los demás, sobre todo al comienzo, pero llegará un momento en que también nosotros mismos le iremos añadiendo frases a la música, siempre problemática, de nuestra estructura vital. A veces la influencia ajena y los errores personales ahogarán nuestra identidad, impidiéndonos poseer una vida propia. La ración de dolor será muy superior a la ración de placer. De cómo hemos ido configurando nuestro ser va a depender esa excesiva dosis de sufrimiento. Muchos vivientes jamás conquistan una vida digna y razonablemente feliz. La vida es un arte muy difícil, pero ¿qué arte no lo es? Este libro, un viaje por los códigos fundamentales del ser humano, trata pues de cómo modificar nuestro destino y hacer que nuestra vida transite hacia las dimensiones más habitables de la existencia.