El zapatero de Görlitz, como se conoce a Böhme, fue un hombre sin formación académica y dejó tras su muerte una extensa obra escrita. Aunque tuvo que sufrir la intransigencia de cierta ortodoxia luterana, fue leído por Newton, Oetinger, Novalis, Schelling, Hegel, Goethe o Feuerbach. Es heredero de la gran tradición espiritual que tiene sus orígenes en la mística alemana promovida por el Maestro Eckhart y sus discípulos, y de él dijo Ernst Bloch que su idealismo derivaba de Proclo y Dionisio Areopagita, remontándose a Heráclito. La lectura de Aurora revela un modo de pensar fruto de una potente imaginación religiosa. Se trata de una obra que señala una vía del pensamiento religioso de una enorme originalidad e imaginación.