La educación de los adolescentes que abandonan la escuela de manera prematura acostumbra a generar opiniones diversas en las que se tiende a acentuar su incapacidad para aprender y su incompetencia social, un juicio precipitado que esconde una realidad más compleja.
Desde el conocimiento cercano y el trabajo con equipos educativos que atienden esta población, Entornos que capacitan, parte del hecho de que los jóvenes en riesgo de exclusión no están negados para aprender ni para vivir en comunidad y valora el impacto que los entornos tienen en el desarrollo integral de las personas.
En el libro se aborda la necesidad de una educación orientada a movilizar capacidades que no se han desarrollado suficientemente en adolescentes de entornos desfavorecidos y se hace una propuesta de intervención estructurada en cinco capacidades básicas, a propósito de las cuales se introducen: aportaciones teóricas, relatos etnográficos, metodologías didácticas y propuestas de actividades.
Los recursos que se presentan han sido puestos en práctica en entidades socioeducativas que abordan, desde el respeto y la esperanza, la formación de aquellos chicos y chicas que han fracasado en la escuela.