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Abrir la puerta a un desconocido no es una buena idea, o al menos eso n os han enseñado los cuentos. Pero, ¿Cómo negarle la entrada a un pobre perro hambriento?. Un visitante que no es exactamente lo que parece puede hacer que lo cotidiano se vuelva extraordinario. Tal es el caso de esta historia donde se mezclan humor, misterio y absurdo, para dibujar el extraño encuentro entre un perro aparentemente común y corriente y una familia muy normal.