Miguel Vicente sueña con maravillosos viajes al Orinoco plagado de caimanes, y a Los Andes, donde vuelan águilas sobre los picos nevados. Vive con su madre en un barrio que rodea a Caracas y trabaja como limpiabotas. Todas las mañanas, sale tamboreando en su caja de cepillos y cremas para instalarse en el centro, cerca del Congreso. Un día, se encuentra con un señor que le regala un libro: Los viajes de Marco Polo. Aunque Miguel Vicente no sabe leer, guarda el libro como un tesoro. Un clásico de la literatura infantil venezolana del recordado autor Orlando Araujo, quien escribió esta historia desde la cárcel para sus hijas.