Vivo en una casa donde empieza un bosque. ¿Dónde empieza el bosque? La verdad es que no lo sé. ¿Dónde empieza nuestro jardín? Los animales tampoco lo saben. Siempre nos hemos colado los unos en casa de los otros sin que a nadie le molestara... Una esperanzadora fábula que nos invita a reflexionar sobre la tolerancia, la amistad y sobre cómo nos enfrentamos con aquello que nos resulta desconocido.