La lectura de este libro, Desencuentros, es un auténtico tesoro –tanto para los que conocen la obra de Edmundo Paz Soldán, como para aquellos que lleguen de nuevas– porque reúne sus dos primeros libros, Las máscaras de la nada (199) y Desapariciones (1994), que supusieron la presentación formal e impresionante de quien con el tiempo se convertirá en uno de los grandes narradores en español. Sus cuentos breves y llenos de sorpresas son protagonizados por personajes extraños de sí mismos, atormentados y solitarios; seres diseminados por la geografía de Bolivia y América, y de ahí a Europa y el resto del mundo. Es un libro que explora con ironía y humor negro la realidad cotidiana para revelarnos un mundo de misterios, perplejidades y paradojas. Es un libro fascinante sobre las obsesiones, los fantasmas, la ternura y el amor. Es Paz Soldán. De Edmundo Paz Soldán se ha dicho: «En sus cuentos, sigue siendo el policía de sobretodo que apenas entra en la escena del crimen sabe que se trata siempre de averiguar sobre el corazón humano», Sergio Ramírez; «Con la herencia de Borges y Cortázar, Paz Soldán salta entre simulacros y pasadizos. Su confianza en las palabras y su imaginación desbocada logran conquistar aquello que sus personajes buscan », Patricio Zunini; «Son tantos los libros de relatos que desfilan cada año ante los ojos, que recibir el impacto de la literatura grande y sin trampas acrecienta la celebración», Ernesto Calabuig; «Prueba formatos hasta manejarlos a la perfección, y lentamente abandona los moldes clásicos y se vuelve aún más excéntrico y extraño de lo que es en principio», Álvaro Bisama.