Sin productos
Ludwig Trieck (1773-1853), a quien Hebel llamó el <> y que fue muy admirado por Hermann Hesse, escribió numerosos cuentos, novelas y obras de teatro, y el conjunto de sus sobras queda como uno de los más representativos de su generación. Como los otros románticos, Trieck se interesó profundamente por la tradición de los cuentos populares, y este material popular le sirvió de inspiración para elaborar algunas de sus obras. Este aire de cuento de hadas es patente en los dos relatos que hoy presentamos al lector: El rubio Eckbert y El Runenberg, cuentos que Wilhelm Dilthey calificó de >>perfectos>>. He aquí, pues, reunidos en este volumen, dos cuentos que son otras tantas obras maestras, en los que se cumple con creces la exigencia de Trieck: << unir lo bello con lo terrorífico, lo extraño con lo ingenuo>>.