Es en el Puerto de Andratx, situado en la costa del poniente de Mallorca, donde Cristobal Serra (Palma, 1922) residió años ha, y después de finalizada la guerra civil. En aquel puerto descubrió los contenidos poéticos de su Diario de Signos. Y ahora, con otra características literarias, vuelve a recrear aquella vida <> a través de la bibliografía y diarios del personaje Augurio Hipocampo –que no es uno más de la vida del lugar-. Lo singularizan la rebeldía, el pensamiento indómito y un no sé qué de estrafalario que lleva al cultivo de ciencias tenidas por absurdas. En esta obra, Serra.