NOVIAZGO Y FELICIDAD

En la existencia de los jóvenes, el amor surge como el sol de la mañana: ilumina todas las cosas; irradia la alegría de vivir, la alegría de ser dos, la alegría de haberse conocido; descubre poco a poco una felicidad que parece llamada a crecer día a día.
El noviazgo es la historia de un encuentro, seguido de la duda y la vacilación. Es la historia progresiva de una confianza, una elección, que aúna dos miradas hacia proyectos de vida en común, que acaban en donación mutua.
En este camino bulle la necesidad de compartir, de acoger y de ser acogido, de desarrollar la propia personalidad y la del compañero en todas las dimensiones de persona humana. Compartir y ser uno mismo. Se ha desencadenado el furvor de vivir.