Cada vez hay más niños etiquetados con TDAH, o que tienen fracaso escolar, dificultades de conducta, autismo, etc. Estas alteraciones en el desarrollo infantil preocupan a familias, maestros y profesionales del ámbito sanitario. Muchos de estos niños presentan dificultades de procesamiento sensorial que, a veces, hacen que se sientan diferentes. Hay niños a los que les parece muy agresivo que les toquen y otros que no notan el dolor. A menudo, pueden parecer muy movidos, y es porque sienten el movimiento con menor intensidad que nosotros. O al revés, les da pánico el movimiento porque lo sienten muy intenso. La integración sensorial es imprescindible para crear niños sanos que sepan jugar y tener unas buenas habilidades motrices, de aprendizaje y concentración.