La figura del verdugo, el celo que mostraba (o dejaba de mostrar) a la hora de llevar a cabo su tarea; los últimos momentos de los reos; las opiniones de los ciudadanos sobre cada ejecución; el tipo de delitos que con más frecuencia llevaban al cadalso. Todo ello es analizado en Garrote vil, a partir de una serie de ejemplos escogidos por su relevancia o curiosidad. Eladio Romero se basa fundamentalmente en los artículos de prensa donde se narraban las ejecuciones, o bien las descripciones de autores contemporáneos que asistieron a las más relevantes. Larra, Pío Baroja, Emilia Pardo Bazán, los pintores Ramón Casas o José Gutiérrez Solana y otros constituyen las principales fuentes del libro. Hasta ahora, no conozco ningún otro estudio que analice con detalle la globalidad de las ejecuciones a garrote vil en España durante los siglos XIX y XX.