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“La música es una revelación mayor que toda la sabiduría y la filosofía”, sentenció el sordo de oro Ludwing van Beethoven. Con esta convicción, pero sin despreciar el valor de la filosofía, escribe la maestra Lucía Álvarez el libro de marras. De hecho, La música, el Dionisos vivo posee un valor filosófico. La profundidad está presente a lo largo de las 24 páginas que disfrutara el lector avisado. La comparación a la que recurre el autor de la Novena Sinfonía nos permite de inmediato al Espíritu Absoluto. Lucía Álvarez lo sabe, y pone de relieve la reflexión filosófica y religiosa de la expresión musical-artística en su obra. De este modo, podemos decir que tanto la música como la filosofía son revelaciones excepcionales que nos ponen camino a la autoconciencia. L a música, el Dionisos vivo se proponen rescatar el valor universal humanista de la música. La autora así lo plantea: La música tiene un valor universal en la medida en que se relaciona conmigo, es decir, con cada uno de nosotros, porque yo pertenezco a la creación y soy parte de ella, y sin mí esta creación estaría incompleta. Po lo tanto, mi opinión respecto del fenómeno musical es mía, es única y es legítima, y esto constituye una grandiosa expresión del humanismo.